Las castañas se pueden comer crudas, hervidas, asadas o dulces. Una forma sencilla de asarlas es realizar un pequeño corte en cada castaña y calentarlas
en un contenedor metálico. El objeto de realizar un corte es evitar estallen mientras se asan.
Otro uso importante de las castañas es la harina, con ella se pueden preparar pan, pasteles y pasta.
La castaña constituyó un importante aporte calórico para el hombre, y también para los animales domésticos ya que se utilizó su alimentación, debido a que son ricas en grasas, proteínas, minerales y en vitamina C.